
La entrada al "complejo" se veía oscura, larga y muy tenebrosa. Las paredes estaban gastadas y afuera se podían ver cualkier cantidad de personas raras, extrañas o muy peligrosas, un puesto de periódicos y algunas señoras-vende-amor.
Ramiro imaginaba que toda clase de depravaciones disolutas y perversas se suscitaban al interior del negocio. "Tal vez ahí la gente vaya a cogerse a un caballo o tengan personas cuadrapléjicas para quien le guste acariciar muñones; o peor aún, en los sanitarios tengan bacinicas en forma de elefante para que defeques y seas parte del juego erótico de algún artista*.", estremecido pensaba Ramiro.
"Tal vez tengan toda clase de instrumentos malditos para el goce ajeno y por algunos billetes mas te ofrezcan placeres inhumanos, como "torture, viole y mate al ser perfecto, luego véngase en él". Seguramente, en los rincones más lejanos se desarrollarán escenas que ni el mismo Jodorowsky o Pasolini imaginaron jamás. Dos enanas fornicarán con cuatro perros mientras tres ratas negras roen el miembro sangrante de otro tipo, quién minutos antes se embadurnó un tipo de líquido mieloso. En tanto, varios desconocidos, cubiertos con máscaras de Barney, entonan un cántico dedicado al rey de las lujurias (Perrito Rito?), al señor de las delicias, el lord de toda la podredumbre: el diablo."
Ramiro ensimismado en sus pensamientos, saltó al volver a la realidad. Un miedo profundo inundo su cuerpo al saber que no tenía opción "o se bañaba después de dos semanas sin agua (pinche Ebrard) o seguía oliendo a sexo, drogas y rock and roll". Y después de darle vueltas al asunto y seguir imaginando las más deliciosas (¿?) y malignas escenas sexuales, decidió entrar...
El pasillo que medía no más de quince metros de largo visualizaba un punto de luz al fondo. Ramiro apuraba el paso, todo lo veía como si tuviera un filtro rojo a lo fue-en-un-cabaret-donde-te-encontré-bailando. No soportaba la angustia de encontrase la depravación más grande que hubiese imaginado. Sólo faltaban algunos pasos para llegar a aquella luz...
"Hola Rami... Kuanto gusto de verte... hace mucho ke no pasas por la kasa eh... ke te has hecho?... ya tienes novia?... a poco ya no le hablas a mi sobrino?... Bueno, bueno dime hijo, que vas a querer... un baño turco, un sueco, un alemán o, de plano, sólo kieres un baño ruso... jajajaja"
Ramírez Ramiro estaba anonadado, las lámparas eran muy blancas y todo se veía tan pulcro. Las empleadas llevaban pantalones y batas blancas, como si se tratara de enfermeras. El lugar olía a fragancia de frutas y shampoo Vanart. Pero lo peor, "¿Qué hacía en el mostrador la tía Enriqueta, hermano travestí de la mamá de Jazzalounge?... Qué disparate."
"Que fiasco... Esto parece un hospital... yo me borro...", dijo violentamente, "... chinguen a su madre... pinches mochos de mierda", remató Ramiro, antes de darse vuelta y regresar, decepcionado y con un hedor pestilente, por el túnel que tanto le había excitado.
*(n. del a. recordemos los gustos de Dalí, Manzoni o Patton)

1. Taste In Men
2. Days Before You Came
3. Special K
4. Spite & Malice
5. Passive Aggressive
6. Black Eyed
7. Blue American
8. Slave To The Wage
9. Commercial For Levi
10. Haemoglobin
11. Narcoleptic
12. Peeping Tom
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