viernes, 10 de julio de 2009

Broadcast Varios -- G.A. Infante es encontrado sin vida en pleno Periférico.

El cigarro se consume mientras piensa en quien pudo haberle gritado, la voz se le hace familiar pero no la ubica bien. Por fin se consuma la compra del “Alarma” tras la risa discreta que provoco la noticia que acaba de oír. Antes de poder abrir la publicación una convulsión sacude sus entrañas, removiendo todo lo que pudo haber tenido pegado a los intestinos desde hace años. La premura es evidente, el color de la cara se le ha ido hasta un amarillo insano, gotas de sudor le mojan la frente y en la espalda siente su remerita con la portada del “We love life” de Pulp pegada a la piel por la transpiración. Acelerar el paso es la única opción…

…Falsa alarma. Después de detener la marcha para verificar que todo este bien, continúa el camino. El color le vuelve, ese bochorno que sale de las tripas se ha ido. Todo bien concluye. Culpa al cigarrillo del incidente y antes de tirarlo jala la última fumada con singular alegría para que vea quien es el que manda, después de sacar el humo avienta la colilla y la pisa inusualmente.
De los audífonos sale “Living room” de Broadcast, mientras en el semáforo del vips baila un payasito nalgón, el metrobus sigue siendo la mejor opción para volver a la Escandón. Todo en orden.
Solo dos estaciones después, el retortijón hace de las suyas, discretamente suelta un gas de esos “descalzos y discretos” que huele mas mal que de costumbre, inmediatamente claro, voltea a ver a la viejita que esta sentada a su derecha. “Ya ni la chingan” dice desenfadado.
La presión es cada vez mayor, todo esta mal y pinta para peor el color se vuelve de cadáver de nuevo, un pedazo de ejote de la cena alta en grasas de hace unas semanas pugna por salir acompañado de otros manjares antes consumidos, la piernas tiemblan y el dolor hace perder la recta de la espalda. Un sanborns o vips se vuelven necesidad, baja en la estación Chopo pensando que en San Cosme habrá algún lugar donde hacer de las suyas. Error, recuerda que el vips mas cercano es el de la estación tabacalera, lo bastante lejos como para ir caminando con esa situación. Un taxi se queda parado en el alto de Insurgentes milagrosamente, lo aborda y pide que lo lleven al vips más cercano.
La panza da tregua de nuevo, la tensión disminuye, la decisión cambia, ya no es al vips, ahora la ruta será hasta el familiar, amable y cálido inodoro del departamento.
Todo en orden hasta el cruce con Alvaro Obregon, de nuevo es menester cagar, el camino se hace eterno, con lágrimas a punto de escurrirle le pide al chofer que le meta, este le contesta que ya casi llegan, que apriete bien los ojos. Ramiro solo puede advertirle que si ha de hacerse encima igual le da hacerse en el asiento, tras la advertencia el taxista saca el kamikaze que todos llevan dentro, rebasando por derecha, pasándose altos, centrando peatones para atropellarlos si no se apuran, avanzando mitad banqueta mitad calle, llega hasta la dirección, Ramiro paga mientras saca las llaves para ahorrar tiempo, sube los escalones que lo separan de su preciado templo de tres en tres, mete la llave en la cerradura y justo cuando la gira viene otra convulsión intestinal, en la prisa literalmente corre hasta el sanitario, dejando puerta abierta, mochila sobre la mesa y el ipod sobre la mochila, da igual lo único que importa ahora es desahogar el cuerpo.
Ya sentadito en la diosa de porcelana con esa sensación de estarse vaciando escucha una voz, de nuevo la misma voz que antes le llamo le grita “¡Jálale cabrón! Si así hueles vivo ¿como olerás de muerto?” El buen Rami solo atina a contestar “llégale que ahorita no estoy para nadie.” Recuerda que debajo de su axila izquierda sigue el “Alarma” lo saca y llega por fin a la tan ansiada noticia: “El otrora periodista de espectáculos fue hallado inflado y a punto de reventar como vaca en carretera, en entrevista el Conejo De Pascua aclara que tarde pero seguro” De nuevo la misma voz de hace rato le grita en despedida a través de la puerta del baño: “Cámara, al rato reboto. Me llevo el ipod a ver cuanto me dan por el.”






































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